José Ángel Solorio
Martínez
MORENA
estructuralmente, es inexistente en Tamaulipas. Los rancios liderazgos, no han
podido convertir esa organización en un partido de masas, amplio, de anchos
consensos entre los sectores sociales de la región. Tan ausente está de las causas
y de las acciones político-electorales de la entidad, que sus dirigentes están
prácticamente desaparecidos.
Esos
mariscales anquilosados –que poco aportaron al triunfo de AMLO en el estado-,
hoy se resisten a sumar y asimilar a los nuevos liderazgos que se sumaron a la
campaña del hoy Presidente de la república.
Es esa la
explicación más racional de los deplorables eventos de la marcha festiva por el
triunfo de López Obrados en ciudad Victoria.
Fue el
choque de los líderes emergentes y los líderes decadentes de MORENA.
Por una
parte, Antonio Leal Doria –que ha sumado a lo más deplorable de una sedicente
Izquierda, encabezada por Enrique Yañez y otros- que capitanea a la vieja
escuela lopezobradorista; por la otra, Lalo Gattas que en poco tiempo se ha
convertido en uno de los militantes de MORENA en Tamaulipas de mayores
convocatorias.
A Leal
Doria, pocos talentos se le conocen; Yáñez, es recordado por muchos actos de
provocación que lejos de prestigiar a la Izquierda la han caricaturizado ante
la sociedad regional.
Los
responsables del lopezobradorismo en Tamaulipas, deberían poder orden al
interior de su organización. Dejar atrás esas actitudes y de ser posible
instrumentar la renovación de cuadros directivos de un partido que se ha
convertido en un nido de escleróticos dirigentes que con actitudes poco nobles
quieren usar el partido en su beneficio particular.
(Otra
explicación de las fobias de Doria y Cía contra Gattas, es sin duda que les ha
sacado un paso adelante en la disputa por las candidaturas de las diputaciones
locales).
Leal Doria
actúa como dueño de MORENA. Y eso, sólo puede acarrear exclusión. Y en el
sentido político, el empequeñecimiento del proyecto de AMLO en el estado.
Con esos
vicios, muy poco hará para ganar el lopezobradorismo en el crucial 2019.
En este
momento –con ese partido anquilosado y atomizado- MORENA sólo está en
posibilidades de ganar cuatro distritos –de los 22 de mayoría- en Tamaulipas:
los dos de Madero y dos de Matamoros.
(Habría que
ver también, la posibilidad de que en la región de Hidalgo, grupos sociales
importantes se sumen a MORENA lo que ampliaría el umbral del triunfo en dos
distritos más).
En el resto
de la entidad, las actitudes de los infantilistas de Izquierda –que son mayoría
en la mayoría de los municipios del estado- están hundiendo al Movimiento de
Regeneración Nacional e insisten en dinamitar las buenas intenciones de su jefe
político Andrés Manuel López Obrador.
No es que
MORENA vaya a perder en la comarca…
…MORENA no
quiere ganar.
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