El Juglar Urbano.
Por: Eduardo Castillo Mtz.
Recientemente se dieron a conocer los nombres de quienes serán los
candidatos a diputados locales por MORENA en Tamaulipas, en la lista hay
personajes conocidos y otros no tanto, pero quiero resaltar una historia en
particular, la historia de mi amigo Oscar Alarcón Santos, el joven que vio
nacer y crecer a su partido en Nuevo Laredo y en Tamaulipas, él que tuvo que
ser institucional en varias elecciones, y él que trabajó por el bien de su
partido aún y cuando las condiciones no eran todas a favor.
Recién salía la lista de candidatos, unos medios empezaron a circular la
información, otros rumores y otros inconformidades, de quienes no consiguieron
la meta de llegar a la candidatura, todo normal creo; entre las reacciones a
una foto de mi amigo Oscar con sus compañeros candidatos de Nuevo Laredo, hubo
un comentario que me llamó la atención, “imposición” era la palabra y me causó
un poco de ruido comunicativo, porque conozco la historia de Oscar, de los
demás no, pero la de Oscar sí.
Aquel día de las gorditas…
Pidió una orden de gorditas y un refresco, mientras Merari iba a pelearse
con la mesera no recuerdo porqué, Oscar apenas si levantó la cabeza, estaba
cansado, viajó en autobús desde Nuevo Laredo para llegar al registro de
aspirantes a la candidatura a alcalde de su municipio, había pasado horas sin
probar bocado, pero logró registrarse, parecía una locura competir contra los
grandes emporios que buscaban la misma meta. Nos reunimos para entrevistarlo,
para platicar de sus estrategias, debía tenerlas, porque eso y ganas era lo
único con lo que contaba, ah y con un buen perfil, que finalmente era lo
importante.
Ese día conocí la actitud férrea de Oscar, yo con menos hubiera tirado el
arpa y pateado el bote a la fregada, finalmente no soy político, soy solo un aprendiz
de muchas cosas; pero Oscar decía, tenemos la ventaja de ser más “chicos”,
quizás veía mi cara “al notar” en qué escenario iba a competir. Tenemos que ser
más rápidos, insistía.
Y así fue, finalmente compitió, y se puso en la imaginaria de la elección.
La historia la conocen quienes ahí estuvieron, fue otra persona la elegida,
otra vez yo me hubiera encabronado y agarrado mis chivas, y a tocar a otra
parte, pero no Oscar, leal a sus ideales, trabajó en el proceso a favor de su
partido y de su candidato, no por nada la dirigencia de MORENA elogió su
trabajo públicamente. Por eso esa palabra que comenté párrafos arriba, creo que
no cabe en este caso, yo le pondría, se hizo justicia luego de muchos años de
militancia y de trabajo.
El día de…
Finalmente como platicamos muchas veces, el día llegó, otra vez estuvimos
en “ascuas”, como decían los señores de antes, los nervios a mil y el calorón
insoportable; la lista de candidatos de MORENA iba ser dada a las 9 de la
mañana, eran pasadas las de 2 de la tarde y seguía sin pasar nada. En la sombra
de los arboles no cabía un humano más.
Fue hasta la tarde-noche cuando se supo que Oscar iba como candidato por
el distrito 1 en Nuevo Laredo, pero esta vez el escenario es totalmente
diferente, las circunstancias hacen propicia una victoria de MORENA, el partido
puso su confianza en un profesionista que tiene trabajo, que tiene cancha
recorrida y que posee millas útiles en la carrera política.
Conoce su territorio, la gente lo respeta, me dijo nuestra amiga Merari,
que estaba feliz con el logro de Oscar, sintiendo que hay muchas posibilidades
de ganar. Ella es parte esencial del proyecto de Oscar, es como el medio de
contención de un equipo de fútbol, que no se ve, pero como trabaja. Gracias a
ese equipo de jóvenes políticos, hoy MORENA tiene más cuadros para competir en
el escenario político estatal y los resultados se verán pronto.
En fin.
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