Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Tras meses de conflictos con maestros y
alumnos, la presión sobre Martha Aurelia Limas Sánchez, directora del Centro de
Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios CBTIS 24, ha llegado finalmente al escritorio de la
Secretaría de la Función Pública (SFP), la Coordinadora Nacional del Servicio
Profesional Docente, y diversas instancias de la SEP, que han iniciado una
investigación.
La directora ha estado envuelta en historias de abuso de autoridad,
tráfico de influencias y prevaricación, y ante la carga de testimonios en su
contra, se le ha dado vista a Ana María Luz Aceves Estrada, Coordinadora
Nacional del Servicio Profesional Docente, a sugerencia de la propia SFP, para
que actúe.
Martha Aurelia Limas Sánchez ya no debía ocupar la dirección del CBTIS
24 de Ciudad Victoria, porque su gestión terminó el 16 de agosto de 2018. Sin embargo, un día antes del plazo, de modo
inusual, fue ratificada para seguir por un período más.
También en 2014, cuando ejerció por primera vez como directora de este
plantel, Limas Sánchez desató controversias ya que otra profesora, y no ella,
ocupaba el número uno en la lista de prelación, pero se dictaminó en contra del
reglamento para favorecerla.
Ante las decisiones inexplicables, salía a relucir su parentesco con
Luis Alfonso Delgado Carrillo, ex subdirector de Enlace en el Estado de
Tamaulipas, de quien es cuñada y, sobre todo, con Adolfo, Victoria y Guadalupe
Limas Sánchez, sus tres hermanos, quienes manejaron la Dirección General de
Educación Tecnológica Industrial (DGETI) en Tamaulipas por varios años.
Así, Martha Aurelia Limas se adueñó del CBTIS 24, dividió a los
maestros en un bando a su favor y otro en contra, e impuso sanciones y
descuentos a discreción, incluso a maestras embarazadas o enfermas de cáncer,
de acuerdo con la denuncia enviada a la SFP.
Cuando quiere, deja que sus maestros consentidos devenguen su salario
aunque no asistan a clases, y utiliza una puerta lateral en su privado para
salir por ahí sin ser vista por padres de familia o visitantes que la esperan
en recepción.
Las nuevas plazas de docente las asigna a su entera voluntad, con ayuda
del delegado sindical Juan Guadalupe Sánchez Carrillo, de acuerdo con diversos
testimonios.
Según el documento girado a las autoridades, Martha Aurelia decide por sí misma la cuota
de inscripción de cada inicio de semestre, que suele ser de las más altas entre
los CBTIS de la capital, y condiciona la entrada al pago irrestricto del
dinero.
Esta recaudación y otras operaciones económicas quedan en manos de
Gerardo Francisco Torres Herrera, a quien designó como jefe de Servicios
Administrativos, sin tener el perfil para el cargo, mientras que la jefatura
Servicios Escolares se la dio a Edith Limón López, otra personas sin
capacidades para esa función, según la denuncia.
Si esto redundara en estudiantes preparados y maestros eficientes, la
comunidad se lo premiaría, pero los resultados de su gestión destacan por sus
defectos:
Siendo una escuela de más de tres mil alumnos, solo cuenta con una
laptop y tres proyectores tipo cañón, casi inservibles, para las exposiciones
en clase.
Hay grupos de estudiantes sin salón propio que van de un lugar a otro
por el plantel.
De manera obligada, se venden libros que no fueron elegidos por las
academias ni por el sistema curricular.
Contra los derechos más elementales, se prohíbe la entrada a
estudiantes con alimentos, con el único fin de forzarlos a comprar los que se
venden en la escuela, más caros y de menor calidad.
Para corregir estas fallas, los denunciantes solicitaron a la
Coordinadora Nacional del Servicio Profesional Docente que haga una encuesta o
investigación de campo para medir la aprobación de Martha Aurelia Limas Sánchez
o su desempeño.
También propusieron que se revise la convocatoria de este año para
elegir al director del CBTIS 24 de Ciudad Victoria, ya que hubo tres personas
idóneas al cargo que fueron marginadas por la designación de Limas Sánchez de
última hora.
Igualmente, pidieron a las autoridades practicar un estudio psicológico
al candidato o candidata a dirección, ya que la aptitud es insuficiente. “Pasar
un examen no significa que tengan capacidad mental para dirigir una institución
educativa”, indicaron.
La denuncia se envió asimismo al Órgano Interno
de Control de la SEP, a la Subsecretaría de Educación Media Superior, y a la
Unidad de Educación Media Superior Tecnológica Industrial y de Servicios.
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