Más
importante que la ratificación del Senado al Convenio 98 de la OIT es la
reforma laboral promulgada el 24 de febrero del 2017.
Si se
termina la corrupción, como lo ha planteado el próximo gobierno, entonces los
líderes sindicales estarán ante una disyuntiva: o aceptan las nuevas reglas del
juego y aprovechan sus estructuras sindicales para cambiar y realmente defender
a los trabajadores o desaparecen, planteó la investigadora de la Universidad
Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco Graciela Bensusán.
En
entrevista dada al “EL Economista” comentó que, en el año 2000, cuando se dio
la alternancia del partido en el gobierno federal, lo que pasó con los
sindicatos adheridos a la CTM y otras centrales obreras del PRI fue que
siguieron en ese partido, pero se subordinaron al gobierno. “Hicieron lo que el
nuevo gobierno quería que siguieran haciendo (…) La única diferencia aquí
(ahora) es que se acabará la corrupción, que es el ingrediente que sostenía a
esos líderes en el poder, junto con el apoyo del Estado”.
La
especialista expuso que habrá que ver qué va a pasar, pero, en principio, el
presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que apuesta por la
democracia, la transparencia y la rendición de cuentas en todos los ámbitos de
la vida del país.
La académica
explicó que México asiste a un proceso gradual de relegitimación de los
sindicatos donde algunos desaparecerán. Algunos líderes dejarán de contar con
el apoyo de sus representados y otros tendrán la oportunidad de reivindicarse.
Mencionó que
la ratificación, por parte del Senado de la República, del convenio 98 de la
OIT de 1949, si bien llega tarde, tiene un alto valor simbólico porque el
sector obrero llevaba décadas impulsando esa acción, pero se topaba con muchas
resistencias.
La prioridad
es la ley secundaria de la reforma del 2017
Graciela
Bensusán Areous expuso que es más
importante que la ratificación del Senado al citado Convenio de la OIT es la
reforma laboral promulgada el 24 de febrero del 2017.
Ese año se
modificó la fracción XXII bis del artículo 123 la Constitución para hacer
explícita la libertad de negociación colectiva, así como garantizar la
representatividad de las organizaciones sindicales y la certeza en la firma,
registro y depósito de contratos colectivos de trabajo.
Dijo que lo
importante ahora es que se apruebe la ley reglamentaria a esa reforma
constitucional.
La
legislación tendrá que decir qué entendemos por representatividad, cuántos
trabajadores se requieren mínimamente para que un sindicato pueda hablar en nombre
de ellos en una negociación colectiva. Es decir, vamos a necesitar las reglas
particulares para instaurar un nuevo modelo y llevarlo a la práctica.
En ese tenor
precisó que lo que se busca es un nuevo modelo basado en la gobernabilidad
democrática
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